El pulso final entre Nicolas Sarkozy y los sindicatos franceses por la reforma de las pensiones se endurece y ha llegado a su cuarto día consecutivo de protestas y movilizaciones, que han vuelto a aumentar en el sector de los carburantes y la educación. Los últimos en sumarse han sido los transportistas, por "solidaridad con el resto de la población", según han explicado los líderes de los sindicatos de camioneros. Por su poder para bloquear las carreteras, su participación amenaza al Gobierno francés con hacer descarrilar sus planes.
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Los bloqueos han alcanzado a las 12 refinerías del país -ayer estaban paralizadas 10-, con lo que crece el temor al desabastecimiento de combustible. La sociedad que gestiona el suministro de combustible en Orly, Roissy, al sur de París y la región del centro de Francia ha confirmado que ya no llega a esos aeropuertos. Pero los grandes aeródromos de la capital francesa han comunicado que tienen todavía combustible para varios días, aunque el impacto en el tráfico dependerá del tiempo que queden bloqueados los suministros.
Por otro lado, los estudiantes de liceos y universidades se sumaron a las protestas, uno de los mayores miedos del Gobierno, que teme que radicalicen la protesta. Si ayer eran entre 300 -según el Gobierno- y 500 -según los sindicatos- los liceos que registraban problemas, hoy son de nuevo 306 en los que la actividad está interrumpida en mayor o menos grado, informa Le Monde.
15/10/10
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1 comentários:
Em França ainda se fazem greves por solidariedade. Em Portugal, são proibidas, salvo erro. Mas, mesmo proibidas, têm que se fazer: são uma arma poderosa para derrotar o "fascismo de empresa" neoliberal.
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