Tras la huelga general y la imaginaria conspiración subversiva descubierta por el gobierno, proseguía el pulso entre el gobierno de la AD y la CGTP, en un juego de escalada verbal y provocaciones. Desde el inicio de la democracia, la central sindical comunista había conmemorado el 1º de Mayo ocupando las avenidas principales de Oporto, las mismas calles que había disputado a la policía durante las manifestaciones ilegales contra la dictadura.
Para la fiesta del trabajo de 1982, el gobierno civil cedió ese espacio a la UGT, minoritaria en el movimiento obrero de la ciudad. La CGTP interpretó esa decisión como una agresión política, anunció que no la acataba, y convocó su fiesta reivindicativa en ese mismo espacio. Como podía haber enfrentamientos, la PSP envió cuatro compañías del Cuerpo de Intervención a Oporto y la comandancia distrital diseñó un dispositivo preventivo. Según las informaciones más alarmistas que manejaba la policía, la UGT podía ser atacada con barras de hierro o cócteles molotov, y el Cuerpo de Intervención acudió preparado para lo peor, dispuesto a usar las armas de fuego.
Diego Palácios Cerezales, Estado, Régimen y orden público en el Portugal Contemporáneo, p.530
Via Spectrum
Nota: Onde é que já ouvimos a PSP invocar a ameaça de barras de ferro e cocktails molotovs para justificar uma carga policial?
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